Marcado de piezas automotrices con máquinas láser de fibra

La gente suele utilizar el grabado con fines industriales para marcar herramientas o piezas con números de serie, logotipos y códigos de barras. El proceso de grabado elimina el material del metal. Se quita material para hacer una marca como un código de barras o un código de matriz de datos. Esto crea una marca clara en el metal a través de un grabado poco profundo.

Una marca recocida es como el proceso de pulido. El láser calienta el metal hasta casi puntos de fusión, lo que provoca un cambio de color en la capa superior del material. Dependiendo del tipo de metal, el recocido a menudo da un aspecto oscuro, casi iridiscente. Del mismo modo, puede usar la configuración de parámetros de fibra y galvo para producir colores distintos a propósito en ciertos materiales.

Dado que no se elimina ningún material del metal, esta técnica se usa a menudo para dispositivos médicos utilizados dentro del cuerpo humano. El recocido crea una marca oscura sin cortes ni grabados superficiales, a diferencia del marcado y el grabado.

Un rayo láser calienta la superficie del material para crear metal pulido, también conocido como "espejado". Luego, la superficie se enfría, lo que da como resultado un acabado brillante. Más común en el metal con acabado mate, esta técnica crea marcas que pueden parecer casi holográficas.

A diferencia del grabado, el calor altera el acabado del metal sin eliminar ningún material. El aspecto pulido se encuentra comúnmente en letreros elegantes y etiquetas de productos de alta calidad. Se utiliza para darles un aspecto sofisticado y único. El acabado espejado crea un aspecto tono sobre tono al marcar el metal.

La gente también usa esta técnica en óxido negro o metales con recubrimiento oscuro similar. Puede aclarar el recubrimiento de óxido/negro ajustando la configuración. Esto revela el color del metal debajo. El resultado es una apariencia contrastante tono sobre tono.

El grabado láser de aluminio anodizado con una máquina Epilog Laser es una excelente manera de crear marcas claras y duraderas en el metal. El anodizado agrega una capa protectora de color al aluminio, y el láser elimina esta capa para mostrar el metal más claro debajo. Esto crea un fuerte contraste que se destaca bien.

Las marcas grabadas son permanentes y resistentes al desgaste, la intemperie y los productos químicos. Esto hace que el proceso sea ideal para agregar logotipos, números de serie, códigos de barras o diseños a cosas como electrónica, herramientas y letreros.

Tanto los láseres de CO2 como los de fibra pueden marcar aluminio anodizado de manera muy eficiente y con alta precisión, lo que los convierte en opciones ideales para marcar superficies metálicas.